-Un brindis por el año que escapa.
Las copas se alzaron titubeantes, sorprendidas por el repentino protagonismo que habían adquirido. Temían no estar a la altura del arduo recado que se les había encomendado. Tragaron saliva, dubitativas. ¿Cómo podían lograr esconder con éxito a la Verdad a través de una superficie pura, impoluta y transparente?
Respiraron hondo, tratando de concentrarse y con decisión y valentía se lanzaron a la aventura, dándose el esperado abrazo y tapando como pudieron el hueco que entre ellos se formaba.
Los invitados esperaron impacientes, deseosos de escuchar la melodía clave que le sindicara que todo marchaba bien. Alguno incluso mantuvo el aliento.
…
Pero nada.
Fue en vano.
El sonido producido fue apagado, roto y triste y se propagó por la habitación como un eco seco y vacío.
Un suspiro profundo y simultáneo se formó en la sala.
De nada servía engañarse.
Todo el mundo había percibido el tintineo de la copa ausente.
Dedicado a todo aquel que haya escuchado estas Navidades el horrible y doloroso tintineo de la copa ausente.
Increíble Zafi, como siempre ^.^
ResponderEliminarFelicidades Inés. ke disfrutes de los 18 =.= TKM
ResponderEliminarAaa, por si me ibais a preguntar quien soy...Soy el chico misterioso de hace unos cuantos meses. Te quiero Inés!! Sigue escribiendo así de bien. Un beso =.=
ResponderEliminarMe ha encantado, yo también escucho todas las Navidades el horrible y doloroso tintineo de la copa ausente
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