jueves, 22 de septiembre de 2011

Filosofando...

Hola a todos! Aquí ando yo, Inés, publicando de nuevo :)

A ver si os gusta :)


En días como hoy me doy cuenta de lo poco que acompasan las palabras a la realidad que describen.

De manera natural usamos expresiones cargadas de tal peso que una sola de sus sílabas sería capaz de tumbar al más fuerte de los hombres.

Y…¿por qué no lo hacen? Porque abusamos de su mayor y único enemigo: convertir en cotidiano su uso las vacía de significado, haciendo que la armonía entre palabra y realidad quede rota, se transforme en la repetición de unos sonidos a cuya música nos hemos acostumbrado.

¿Cómo saber cuando algo es lo suficientemente grande como para ser llamado? De lo que sea, de cualquier cosa. ¿En qué momento el sentimiento merece nombre?

Ahí reside el misterio. Y por miedo a quedarnos cortos, nos pasamos de largo.


A Belén, amante de las palabras :) Por la ilusión que me hace que sigas el blog :)

5 comentarios:

  1. Ainesot! Genial, como siempre :D!
    Ya me lo explicarás más detenidamente xq hay una parte que me cuesta seguir, como se nota que eres una psicóloga en potencia!
    Así me gusta, dando cachéal blog :P
    un kiss

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  2. Inés :)
    Es cierto que esas expresiones tan cargadas de peso a menudo se utilizan a la ligera. Y, cuando queremos expresar algo verdaderamente grande, las palabras se nos quedan pequeñas, como gotas de agua en el océano. Pero no podemos vivir sin ellas, aunque sí podemos crear consciencia de su importancia, ser el "azote de la sociedad", como dice mi profesora de Lengua :P
    Las palabras no siempre son cárceles de sentimientos, no somos sus esclavos; las palabras nos abren al mundo y nos liberan.
    Me encanta cómo escribes, me ha hecho muchísima ilusión que me dedicaras la entrada, y poder compartir estas reflexiones contigo :)

    Belén.

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  3. Qué mona, que me comenta y todo :)
    Quizás tengas razón; las palabras nos abren al mundo pero... ¿hasta que punto liberan y hasta cual limitan?
    Me alegro mucho de que te pases por el blog, en serio!

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  4. inés! me ha encantado! que bien escribes hija de verdad! ha sido preciosa, pero aunque es genial entero en sí, estos es lo que más me ha gustado:

    "¿En qué momento el sentimiento merece nombre? Ahí reside el misterio."

    besitos gran escritora!!! :D

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  5. Oyoyoyoy, que profunda te me pones a deshoras! Preciosa la entrada, y un dia te tienes que venir a una de mis clases de Teoría de la Imagen. Nos pasamos tres horas (literalmente) filosofando sobre temas como este :)

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