domingo, 24 de enero de 2010

Sin nadie

Hola :)
Esta semana me toca de nuevo. Espero que os guste.

Se sentía solo.
Hablaba y nadie escuchaba. Pedía ayuda y nadie acudía a socorrerle. Gritaba, y solo un eco apagado de su propia voz respondía.
La soledad, que parecía haber adquirido forma humana, era la única persona que lo acompañaba.
Por ello se decidió, y tratando de hacer su existencia más llevadera, esculpió en barro una figura a su imagen y semejanza a la que otorgó aquello a lo que atribuía su estado, aquello que lo distinguía del resto por ser él el único que lo poseía: la vida.

Y desde aquel momento, Dios se sintió acompañado.

Dedicado a Silvia, mi querida joticboja ;)

4 comentarios:

  1. Qué decirte, aparte de que es tremendamente estupendo :D!!!!

    Me encanta, lo sabes ^^!!

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  2. :OOOOO madre mía, es genial de verdad.
    Me ha gustado muchísimo guapetona!! :)
    Qué pocas palabras, y ha sido estupendo! :)
    UN besazooooooooo! (L) (L)

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  3. Ayyyyyyyyyy qué ilusión!!! Gracias, preciosa, por dedicármelo, has dado en el pleno con la temática (el protagonista es el mismísimo Dios, madre mía). Eres una grandísima escritora y además un amor. Un millón de besos!!!

    Silvia

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  4. Ah, la soledad, ese gran temor de todo humano ^^
    Y lo más importante, puede un dios sentir soledad? puede acaso un dios sentir algo?

    Como siempre, excelente.
    Mis felicitaciones al chef ^^

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